Cada uno tiene sus aficiones, qué pasa, y a mí me gusta mucho la Biología (como aficionado, eso sí). Al margen de lo poco que os puedan importar mis gustos, os lo cuento, por dos razones. Primero, para dar un contraejemplo a un malentendido más o menos extendido. Y es que soy conductista, conductista radical para más señas, pero insisto, me gusta mucho la Biología, como ya os conté un poco. Lo que no quita para que en ocasiones sea crítico con algunas investigaciones biológicas o (más frecuentemente) con determinadas interpretaciones de algunas investigaciones biológicas. Y segundo, que es a lo que iba, para compartir un curso sobre Biología conductual humana online que seguí hace unos meses y que me encantó.
Se trata de un curso impartido por el Dr. Robert Sapolsky de la Universidad de Stanford sobre biología del comportamiento donde he aprendido un montón. Son 25 clases con un total de unas 36 horas. De momento, sólo está disponible en inglés, aunque se pueden activar los subtítulos automáticos (aunque a mí personalmente me parece que despistan más que otra cosa).
El curso habla de la biología del comportamiento desde todas las disciplinas biológicas implicadas: evolución, genética molecular, genética conductual, etología, neurociencia, endocrinología, etc… y en cada sitio va contando cosas curiosas, experimentos llamativos y anécdotas interesantes en una exposición que consigue mantener el interés, aunque lógicamente algunos temas son más densos que otros.
Más allá del interés de los contenidos concretos, lo que más me ha gustado del curso es el énfasis que el Dr. Sapolsky hace en caracterizar cada área de investigación con sus descubrimientos, herramientas y nivel de análisis y explicación para en seguida, y en todo momento, recordarnos que cada disciplina por separado tiene un poder explicativo limitado y que una comprensión general del comportamiento requiere de la integración de varios tipos de conocimiento. Esto lo consigue a través del análisis de distintos comportamientos complejos (agresión, conducta sexual, lenguaje, etc...) donde nos muestra lo que se sabe de las variables biológicas más relevantes y cómo todos los niveles aportan distintos tipos de explicación. Además de los ejemplos, proporciona un marco teórico también sobre la complejidad y emergentismo, reduccionismo y teoría del caos para ayudarnos a entender los problemas y posibles soluciones que se presentan al tratar de explicar cosas tan complejas como los fundamentos biológicos del comportamiento.
De hecho, este curso (entre otras fuentes) lo he tomado como referencia en una reciente charla para proponer a la Biología como modelo de lo que debería ser la Psicología en cuanto al tipo de causas y modelos explicativos que maneja:
Lógicamente, como psicólogo no puedo dejar de tener la sensación de que faltan cosas en las explicaciones del comportamiento que da el Dr. Sapolsky. Por ejemplo, incluso cuando las investigaciones que se cuentan tienen que ver explícitamente con modelos de aprendizaje animal, el contenido psicológico se trata de forma generalmente superficial. Pero es que no hay que perder de vista que es un curso sobre Biología. Bastante tiene con explicar lo suyo como para ponerse a contar lo de los demás. No es de recibo pedirle que hable de todos los factores explicativos del comportamiento cuando, honestamente, su curso de llama BIOLOGÍA conductual humana. Me pregunto si los que hacen los planes de estudio de Psicología tienen claro que a nosotros se nos debería aplicar lo mismo, pero al revés.
Sapolsky por lo general es cauteloso en sus explicaciones: muestra cómo las variables biológicas se relacionan con determinados comportamientos y no suele ir más allá. Pero no siempre es tan cauteloso. A veces se mete en cuestiones más menos psicológicas (la distinción a veces es difusa) y a veces, también, mete la pata. Una de esas ocasiones, que no puedo pasar sin comentar, es cuando en la novena clase, dedicada a la etología, habla de Skinner. Por desgracia, no hace sino reproducir todos los mitos y malentendidos sobre el conductismo. Afortunadamente, alguien (Ariel Raphaeli) se ha encargado de refutar todas esas afirmaciones de una forma contundente: con un video (también en inglés) que intercala las afirmaciones de Sapolsky con frases del propio Skinner que disuelven el malentendido.
Por lo demás, un curso altamente recomendable, que además sirve para practicar inglés porque Sapolsky habla bastante clarito.
Referencias
Video “Sapolsky & Skinner”: http://www.youtube.com/course?list=EC848F2368C90DDC3D
Gómez, J., Pérez, V., Gutiérrez, M. y García, A. (2012). Modelos de explicación científica y análisis del comportamiento. I congreso SAVECC. SEVILLA, 23 -24 de noviembre (paper)