B.F.Skinner en 1954 decidió interesarse por aplicar los principios del aprendizaje a la educación ya que vio que los métodos que se aplicaban en el ámbito escolar eran totalmente contrarios a los principios de aprendizaje. Un buen día decidió acudir a una clase de matemáticas, en la cual se encontraba su hija, y observó cómo el docente mandaba a sus alumnos realizar un número de cuentas y problemas sin recibir ningún tipo de feedback inmediato, por lo que Skinner se dio cuenta de que ése no era un método adecuado para que los niños aprendieran matemáticas, así que decidió, entre otras cosas, crear la llamada “máquina de enseñanza”, con una enseñanza programada.
Esta máquina consistía en una
caja en la que el profesor introducía una hoja con todos los conceptos que el
alumno tenía que aprender y otra lámina donde se podía ocultar parte del texto.
El procedimiento de este artilugio era el siguiente: el estudiante iba leyendo
el texto introducido en la caja e iba escribiendo cada una de las respuestas a las preguntas que
le iban apareciendo. A continuación, el alumno rodaba la máquina y si estaban
respondidas correctamente las cuestiones, la hoja con las preguntas iba pasando
y se anotaba un punto (feedback); de lo contrario la máquina no dejaba avanzar
y el alumno debía volver atrás, obligándole a volver a leer el texto de nuevo.
Esta máquina
mecánica no fue creada como elemento único de aprendizaje, sino como un apoyo
al profesor. La máquina no enseñaba por sí misma, sino que ponía en contacto al
alumno con el material de una forma estructurada, y le ayudaba en el
aprendizaje progresivo de conceptos más complejos. También presentaba las
tareas para aprender en pequeños pasos progresivos, diseñados en una secuencia
programada de lo más fácil a lo más difícil.
“Enseñar” a un estudiante es inducirle a adoptar nuevas formas de comportamiento, a actuar de determinados modos en determinados casos”
BF Skinner
A
modo de conclusión se puede decir que la clave del profesor para que un alumno
aprenda está en dividir la tarea en varios pasos y que en cada uno de ellos el
estudiante reciba reforzamiento contingente, conocido también como
moldeamiento, de esta forma, se garantiza que el alumno responda con corrección
a la tarea con el menos número de errores. Esto es, no se trata de
sustituir una máquina por el profesor, la máquina no enseña por sí sola, sino
que es un apoyo para el profesor. Lo
que Skinner pretendía era optimizar el
tiempo que se emplea en aprender las cuestiones básicas “instrumentales” para
que éste se pudiese dedicar más a tareas más complejas que se construyen a
partir de éstas. A modo de ejemplo, podríamos decir que los niños aprenderían a
sumar y a restar sin errores y, una vez dominadas las habilidades básicas
(donde se puede usar fácilmente la máquina como apoyo), se enlazarían con los
problemas correspondientes a las situaciones de la vida diaria; problemas que
consistirían en combinar de manera creativa elementos que ya han sido aprendidos
antes. Como ya ha aprendido correctamente y sin dudas estas operaciones (sumar
y restar) ahora todo su esfuerzo lo puede dedicar a entender los problemas,
mientras que si se hacen éstos sin dominar los prerrequisitos, el aprendizaje
es más lento ya que hay que atender a la vez todas las posibles fuentes de
error, hay un mayor número de errores y la tarea es menos reforzante.
Por último, es de destacar que esta máquina es un elemento muy importante y sobre todo llamativo dentro de un modelo más complejo del que trataré a hablar en futuras publicaciones.
Por último, es de destacar que esta máquina es un elemento muy importante y sobre todo llamativo dentro de un modelo más complejo del que trataré a hablar en futuras publicaciones.
Sonia Mediavilla Martín
Bibliografía
http://benjumea.wordpress.com/2011/11/22/maquinas-de-ensenanza/
Skinner, B.F. (1953/2005). Science and Human Behavior. Fundación Skinner Internet Edición. http://www.bfskinner.org/f/Science_and_Human_Behavior.pdf
Holland, J.G. y Skinner, B.F. (1980). Análisis de conducta: Un manual programado. México: TrillasDonald,
A.y Cook, F. (Ed.). (1998). Behavior Theory and Computer-Based Teaching Cambridge, MA: Cambridge Center for Behavioral Studies.