Esta semana Anders Breivik ha sido condenado a 21 años de prisión prorrogables indefinidamente por el asesinato de 77 personas en Oslo. Breivik ha sido declarado cuerdo tal como él mismo pretendía, evitando así su ingreso en un centro psiquiátrico. También hoy se han hallado los restos óseos de Ruth y José en la finca familiar de su padre y presunto asesino. Con estos y con otros casos recientes de asesinato y pederastia, vuelve a reabrirse el debate sobre el papel de la justicia y sobre la implantación de la cadena perpetua o la posibilidad de reinserción de los presos.
Desde el Grupo Columbus recomendamos el artículo ¿Para qué sirven las cárceles? (Ver aquí) de Esteve Freixa i Baqué, profesor de la Universidad de Picardie, Francia, sobre el papel de las prisiones en nuestra sociedad.
Tal como enuncia Freixa al principio de su artículo, "el propósito de este trabajo no es demostrar que las cárceles no sirven para nada. Al contrario, las cárceles desempeñan un papel importante en nuestra sociedad, pero, sin duda, radicalmente distinto del que se les supone."